Fue ayer
cuando sufrimos el
destino;
la alegre amargura de
la noche;
cuando compartimos
unidos el reproche;
cuando mi alma se
cruzó con tu camino.
Fue ayer
Entre, gritos sin
sentido,
que encontré refugio en
tu mirada,
en una alcoba, con la
luz apagada,
donde dormían
nuestros sueños compartidos.
Fue ayer
cuando bebimos otro
fino
escapando de unos
hierros oxidados.
Huyendo, entre versos
exiliados,
de un cepo cruel, de
un desatino.
Fue ayer,
justo ayer, mi buen
amigo.
Y hoy termina por fin
la triste espera.
Hoy, por fin, huele mi
huerto a Primavera
esperando muy pronto
estar contigo.
T´estimo
CHUS
(14/05/15)
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