“Le dije a Mueina Chejatu que sentía envidia por el pueblo
saharaui”
No sé que habrá pensado de mí. La verdad no
tuve tiempo de explicarme y realmente, dicho así, suena como la frase de un
snob que está harto de comer caviar al borde de su piscina.
Mis disculpas a Mueina y al pueblo saharaui por
el que siento un profundo respeto y admiración.
Yo vivo en un mundo libre. Abro el grifo cuando
quiero beber agua. Vivo como quiero y no me falta de nada. Quiero decir materialmente de nada. Desearía que
todos los españoles y saharauis pudieran decir lo mismo.
“Nadie tiene derecho hacer lo que “el mundo civilizado” ha hecho
con vosotros”
Yo nací en el 56 y el dictador murió en el 75.
Nada comparable con lo vuestro, pero sé lo que es tener que estar callado y
correr para que no te cojan y te “den de hostias”, con perdón, en la comisería.
A pesar de todo cantábamos a escondidas. Escuchábamos a los poetas que
recitaban desde el exilio. Íbamos a apoyar a los cantautores hasta que nos
desalojaba la policía.Nuestras vidas estaban llenas de ilusión. Nuestra caja de Pandora, en fin, estaba llena de vida.
“Sabíamos claramente quién era el enemigo”
No dejo de encontrar cierto paralelismo.
Salvando profundas diferencias, claro está. Yo no vivía como podía en el
desierto, expulsado de mi tierra.
Mi mundo cambio en el
75 y desde entonces soy libre. Cosa que vosotros no podéis decir y creo, muy a
mi pesar, que si algún día lo conseguís, ese día no está cerca todavía.
Por desgracia “el mundo
civilizado”, España a la cabeza, os contempla como un “daño colateral”, “un mal
menor” que hay que sacrificar en aras del bien, su bien, común.
Aquí comemos mucho pescado. Nuestros pescadores
sacan 1 euro por un kilo de pescado que se vende a 7 euros. Son ellos los que
van a pescar a los caladeros que los marroquíes os quitaron.
Los hijos de nuestros agricultores abandonan el
campo porque no da para comer. Son ellos los que compran, a precio de oro, los
abonos que se hacen con los fosfatos de las minas que os robaron.
Pobres contra pobres, sin saberlo, enfrentados
y en medio el Sistema sacando su tajada, tirando de ambos lados.
Saharauis ------------ sistema capitalista --------- Pescadores y agricultores españoles
Por desgracia, digo, lejos
de preocuparse por vuestra injusta situación, se les llena la boca, presumiendo
de la, cada vez mejor, relación hispano-marroquí. Para ellos, queridos amigos,
lamentablemente, no existís.
“Seguro que si el Che Guevara viviera os haría
una larga visita”
A pesar de todo, y es
aquí donde empieza mi sana envidia, tenéis algo que nosotros, vuestros
carceleros, hemos perdido.
Tenéis un
espíritu que os une. Un alma que todavía ríe aunque se desparrame por
una tierra de arena y piedras. Escucháis a vuestros poetas que os llenan de
vida y os dan fuerza para seguir. Tenéis vuestro Shangri-La. Vuestros niños ríen firmemente enraizados en
una tierra que sienten como suya y por la que luchan cada día.
Los
nuestros, tristemente, flotan el aire porque el cemento les impide echar raíces.Lloran si les quitan un juguete. Insultan y no
respetan a los”grandes”. Su única preocupación es ganar dinero para poder
comprar. Y, lamentablemente, la poca tierra que ven la utilizan para escupir.
Hoy, como
cada mañana, pongo la radio:
·
15
millones de españoles en riesgo de pobreza.
·
24 % de
paro. Sobre todo de jóvenes que no encuentran como empezar su vida.
·
15 % de las
familias de Cantabria no llega a fin de mes.
· 35 % de
familias de Cantabria no pueden hacer frente a un imprevisto (Un accidente, la
rotura de la calefacción el que la puede pagar, una enfermedad grave, el
cuidado de “un grande” como vosotros llamáis a nuestros abuelos.
·
Israel
ataca la Franja de Gaza.
·
Un Hombre
atraca una sucursal Bancaria.
Cada día
desayuno con noticias como estas. Creedme. Ellos están peor que vosotros.
Ellos
no tienen esperanza.
Ellos están esclavizados por el peor de los dictadores: EL DINERO
Dice
Gabriel, mi buen amigo, que buscáis la creación de bibliotecas. Eso quiere
decir que coméis todos los días.
Aquí hay madres que no tienen comida para sus
hijos y tienen que mendigarla cada día.
¿Hay algo más terrible?
Como
veis, no todo el monte es orégano. Apreciar lo que tenéis y que ningún marroquí
os puede quitar. Vuestra caja de Pandora estará machacada, pero está llena. La nuestra
brilla como el sol, pero está vacía. Pero la de muchas familias españolas esta
machacada y además está vacía.
Respecto
a vuestra situación os animo en vuestra lucha y como diría el Che:
“Hacia la victoria siempre. Victoria o muerte”
Yo también soy un poeta. “De los que toman partido,
partido hasta mancharse”como decía Grabiel Celaya (Un poeta de los de antes).Por desgracia la poesía resultó no ser “un arma cargada de futuro” y se
convirtió en “un lujo cultural para los
neutrales que se desentienden y evaden”.
Una de mis
últimas poesías (la podéis ver en mi blog CIBERCHUS BLOGSPOT) denuncia los desahucios (sabéis que aquí, en “el mundo
civilizado” se echa a la gente de sus casas por no pagar al banco que les
prestó el dinero para comprarlas). Otra habla del terrorismo de la yihad, otras de la guerra... y de
vez en cuando a mi alma llega un bonito
sentimiento que se dispara en una alegre poesía.
Este es
uno de esos momentos. Así que os dejo con la poesía que me ha inspirado esta
bonita tarde que he pasado escuchando a Mueina
y a Fernando Llorente.
Se la dedico a los que,desde hoy, siento como amigos: los poetas saharauis.
“Vuestra poesía se eleva en el aire llena de
vida, la mía se pierde en el asfalto”
Hoy mi luna, es luna
sahajariana
y mis pies se enredan en
la arena.
Hoy mi alma se enraíza
con la vuestra
y mi verso, de alegría,
se enajena.
Hoy sé, que creciendo
entre las piedras,
encuentra su paz y su
luz, la poesía.
Es mi noche, de
estrellas, menos noche
y mañana nueva luz
tendrá mi día.
No dejéis de cantar en
el desierto.
Vuestro pueblo
perdería la cordura.
Bendito sea el verso y
la palabra,
que es lanza, que es
fe, que es armadura.
Ese muro, que es muro
de silencio,
que no sea ataúd de la
esperanza.
Hoy en España algo
está cambiando
y se acercan tiempos
de bonanza.
Seguid en paz hermanos del desierto
que algún día llegará por fin la aurora.
Mientras tanto gritemos a los sordos:
"Estoy aquí, sigo luchando por mi ahora"
Maldigo, desde aquí, a
este mundo mío
que se arrulla entre
los brazos de lo injusto.
¡Ojala! Esto cambie algún
día.
Hasta entonces sigamos
a lo nuestro
mis queridos poetas
Saharauis.
CIBERCHUS 27/05/2015
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