viernes, 6 de octubre de 2017

AL SUBIR LA ESCALERUCA

PARA TODA LA BUENA GENTE DE SANTANDER Y CANTABRIA
(No olvidemos que Cantabria era Santander)



Al subir la escaleruca,
llevando,
con gracia y arte,
un cestuco de bocartes,
a una moza 
me encontré,
y aunque a mí me enamoraba
con el aire que llevaba,
como llevaba prisuca,
como estaba
la dejé.
Vale más
un marinero,
de los del Barrio Pesquero,
por la Machina
cantando,
con un remito en la mano,
que cincuenta señoritos,
de Pereda
o Puertochico,
con sombrero y un habano,
por el muelle paseando.
Ay, qué llévame en tu lancha
marinero, marinero,
que no dejo de llorar,
pues me ha dejado mi amada,
marinero, marinero,
y en tierra
no quiero estar.
Me esperará
un sino incierto
pero pronto he de volver,
para volverme a perder
por sus playas
y su puerto.
Sin su aroma
yo estoy muerto,
pues nos embruja su mar,
su magia
y su despertar,
y no hay nada
que entender,
pues...
“somos de Santander,
y aquí, ya, no hay más que hablar

Multiestrofa dispersa: Octavillas, sextilla y décima



                                                                              
                                                                                                     Chus Castro 06/10/2017

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