Tal día como hoy, hace cuarenta años, decidí que Laura podía ser la mujer de mi vida.
No me equivoqué
Un ramo de mil caricias
un baúl de sentimiento
un rato
con mil avisos
escritos en mi camisa
un abrigo de suspiros protegiéndome del viento
dos mil acontecimientos pintados con tu sonrisa.
Un amasijo de penas,
mil horas de sufrimiento
un maratón de palabras en caminatas sin prisa
una bolsa de recuerdos,
varios finales de cuento
un mogollón de momentos adobados con tu risa.
Una mochila de brisa
un verano
una aventura
un viaje de amor eterno en un mar enarbolado
tan solo cuarenta noches cogidos por la cintura
cuarenta abrazos silentes en un vuelo acompasado
un laberinto de besos
una selva
una locura
cuarenta años de ternura amaneciendo a tu lado.
Chus Castro 15/04/2018
(Ritmo estrófico de soneto de hexadecasílabos (16), con cadencia de 8)
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