El día no late,
vagas en la cama,
buscas energía
que encienda la llama.
Un despertar más,
otra sinrazón,
se niegan los pies,
arde el corazón.
Recuerdas que un día
de un tiempo lejano
había una dicha
bailando en tu mano.
Buscas donde no hay
y encuentras la nada
cantando dormida
su última balada.
La angustia te ahoga.
El dolor rebosa
tu vieja mochila,
de espinas de rosa.
La soledad muerde,
el aliento falta,
la amargura ríe,
la esperanza espanta.
Piensas que no puedes,
sientes que ya basta,
tu hora ha llegado
tu tiempo se acaba.
La últimas estrellas
lloran tu mañana.
Apagas la luz
Bajas la persiana
FIN
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