Los daños
recibidos de la gente
te duelen,
cuando libre te entregaste,
cuando
piensas que en tierra tú sembraste
y notas que
no prende la simiente.
Te cuesta
proseguir indiferente,
consentir que
se vaya lo que amaste,
procurar
olvidar lo que creaste,
y admitir
este mundo incoherente.
Busca rosas y
llévalas contigo,
aparta tus
orejas de los tordos,
no pelees la yerba
con las cabras,
aplícate el
refrán querido amigo,
que dice que
hay que hacer oídos sordos,
cuando necias
se muestran las palabras.
Chus Castro
16/01/2018
Como siempre un maestro en la forma y el contenido.
ResponderEliminarSaludos desde Piura, Perú
Exelente poema a un mejorel consejo...felicidades poeta
ResponderEliminar