Me detuve a mirar mi propia vida
en el tenue resquicio de un momento
no fue triste añoranza
ni tormento
hace tiempo
que no sangra ya mi herida
al sentir ya mi piel envejecida
respiré los efluvios de mi esencia
ya que ahora me sobra la paciencia
la sapiencia
la luz y la medida
hoy deseo sentir esa tibieza
que
con sabia razón
te dan los años
hoy camino despacio y sin pereza
ya no rompen las olas como antaño
hoy me baño
con saña
en la belleza
pues la vida puede aún hacerme daño.
Chus Castro 03/05/2018
Contrapunto al soneto “Me detuve” de Ida Gilligan,
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