¡Qué dicha tan infinita!
Estar mano sobre mano
sin tener que ir a “la
cita”
a trabajar cual enano.
En currelos no me pringo,
las fiestas ya no
distingo,
no hay domingo.
Ya he trabajado bastante,
ya acabe con la pomada,
me llegó lo interesante,
me toca guardar la azada
y vivir, que es lo importante.
Si quiero me voy al
bingo
las fiestas ya no
distingo,
no hay domingo
Con mis achaques me
apaño,
de mis amigos disfruto,
aún voy solito al baño
y alegre recojo el fruto.
Aún estoy de buen año,
no me siento como un
pingo
las fiestas ya no
distingo,
no hay domingo
Sigo cantando en la
ducha,
sigo hablando y
entendiendo,
sigo presente en la
lucha,
la sangre me sigue
hirviendo
y el agobio no me
achucha.
Sigo amando, no me extingo
las fiestas ya no
distingo,
no hay domingo
No,
no hay domingo,
ni lunes,
ni vacaciones,
si quiero
trabajo un poco
o me toco
los..... cimbeles.
Chus Castro
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