Se mojó mi corazón
con los encantos del Nilo
mi alma se quedó en vilo
colgada de la emoción
sentí la esencia del río
su crecida me inundó
y escribiendo su hermosura
sobre mi pobre figura
la historia se abalanzó
cargada de faraones
dibujada en las paredes
esculpida en capiteles
que acariciaban el cielo
y clavadas en el suelo
columnas impresionantes
como piernas de gigantes
cuidadores de los dioses
que en imperturbables poses
reclaman ser importantes
me impacte en el interior
del templo de Abu Simbel
y comenzó un carrusel
de grandeza y de color
y aún sintiendo su esplendor
y al arrullo de la noche
me extasié con el derroche
de Kom Ombo y de
Luxor
en El Cario, la magia de lo exótico
flotaba en el estrés de lo caótico
la guinda del pastel fue inenarrable
en brazos estelares de la gloria
testigos inmutables de la historia
tres diosas con el rostro imperturbable
grandeza incomparable
guardianas implacables de la muerte
guadaña insobornable
belleza sin igual era impensable
hurgando en el edén de la memoria
flotando en los suspiros de la euforia
el tiempo transcurría irrefrenable
mientras la esfinge inerte
contaba los secretos de su suerte
la noche conjuró un abracadabra
preñado de misterio y emoción
un cuadro de hermosura deslumbrante
la magia de la voz y la palabra
marcaron para siempre el corazón
Chus Castro 4/11/2019
Multiestrofa:
novena, décima de verso huero, octavilla, pareado y soneto-lira
Excelentes versos donde nos descubres la magia de Egipto, ese lugar donde la Historia se hizo adulta, bella composición , mezclando diferentes rimas, excepcional trabajo, querido y admirado poeta, salud Chus. Pepe Suárez Jardón
ResponderEliminarUn abrazo, amigo
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