SEGUNDA
FASE
EL HAMBRE EN EL MUNDO
¡Mamá,
tengo hambre!
y
se desgarra su sangre
entre
polvos de caricias
abrazos
de desconsuelo
famélicas
sonrisas que ríen por no llorar
trata
de disfrazar las angustias
de
ahogar el llanto
le
achucha
le
besa
pero
sabe que el amor no llena la tripa
y
rebusca en la nevera...
aunque
sabe que no hay nada
y
vacía los cajones...
aunque
sabe que no hay nada
le
arrulla,
le
canta,
y
le dice que se duerma
que..
quizás
mañana.
¡Mamá,
tengo hambre!
lo
sé, cariño
ven
bebe
agua
y
le asoma a la ventana
y
le enseña las estrellas que son galletas saladas
y
la luna es un bizcocho,
y
el aire….
el
aire no sabe a nada
¡Mamá,
tengo hambre!
se
le clavan las palabras en el borde de su alma
sus
lágrimas se esconden mudas
no
permite que se vayan
le
mira
sonríe
y...
calla
y
le abriga con sus brazos
y
la noche se hace larga
¡Mamá,
tengo hambre!
Lo
sé, cariño,
bebe
un poco más de agua
Chus Castro 28/04/2018
SEMIFINAL
ENFERMEDADES, EPIDEMIAS DE GUERRAS Y HAMBRUNA.
La incongruencia macabra
de un “sin vivir” oscuro y lacerante
anida en su piel
bruñida por preguntas sin respuesta
por “ayes” profundos macerados en silencios
llenos de voces estridentes
su esperanza se persigna
esperando resignada la calma que no está
el barco que se fue
gritando
navegando sobre las risas burlonas del destino
que cabalgan sobre olas rojas
de “no puedos” llorados,
sufridos en noches sin luna
bailados sobre hierros candentes
con brasas de odio y
sinrazón
trascurre un tiempo perdido
plagado de dudas y miserias
sonrisas arrancadas a un suelo inconexo y triste
a un mañana desflorado
ahogado en lágrimas
perdido en un quizás negro y lejano
en un quizás muerto
¡Niños de guerra!
yermos de alegrías
borrachos de amargura
enfermos de hambre
llenos de miedos
llenos de sangre
sangre
en su cara
y
en su sueño
sangre.
su mañana les espera
sentado en una esquina ruinosa
de la que fue su casa.
Chus Castro 08/05/2018
FINAL
DESPUÉS DE LA GUERRA Y LA ENFERMEDAD VIENE LA MUERTE.
Yace yerma la inocencia
muerde encelada la fiera
se ríe la incoherencia
los señores de la guerra
que se reparten la Tierra
tienen muerta la conciencia
yace yerma la inocencia
y, con la barriga hinchada
muerde el polvo de la nada
en brazos de la impotencia
de una madre derrotada
por el hambre y la miseria
que destruyó su morada
que la persiguió con saña
hasta sentir su guadaña
segando lo más querido
le aprieta contra su pecho
esperando su latido
y, llenos de negra pena,
arañando su condena,
se escuchan sus alaridos.
¡miserables! ¡asesinos!
idespierta, mi niño!
pero sus ojos no se abren
decidieron descansar
han dejado de llorar
hartos ya de pasar hambre
¡hijoooo miiiiiio!
vuelve a probar el amor
y un silencio
aterrador
grita con llagas de sangre
arrasa el cuarto jinete
ya no va en caballo bayo
viaja en un carro dorado
rodeado de lacayos
de reyes y presidentes
que por un par de bocados
masacran al inocente.
Chus Castro 22/05/2018
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