Brota en mi verso el amor
porque estoy enamorado
porque amanezco a su lado
y me marea su olor,
Pero, al sentir al que sufre
en silencio su agonía,
amarga mi poesía,
sabe mal, emana azufre,
y grita con rebeldía.
Brilla en mi noche su luna
y retozo en su paisaje,
bebiéndome su brebaje
mientras su canto me acuna.
Pero, al sentir los despojos
que deja este mundo ruin,
se endurece mi cojín,
se me humedecen los ojos
y se nubla mi jardín.
Nado desnudo en su mar,
y me arrullo con sus olas,
bailando con ella
a solas,
una danza malabar,
Pero, al sentir los lamentos
de los desfavorecidos,
de los parias oprimidos,
me avinagro por momentos,
y chirrían mis sentidos.
Duermo al calor de sus brazos,
pero siento los zarpazos,
el azote despiadado
de este mundo desalmado.
No es plena mi libertad,
pero nunca tuve tanta
y, aunque el futuro me espanta,
no renuncio a mi utopía,
gozo mi felicidad
y sonrío cada día.
Chus Castro 02/06/2018
MULTIESTROFA: Tres “coplas
novenas” y una décima cántabra.
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